Se utilizan muchos métodos para matar y eliminar las esporas de la leche y el suero. Las esporas son particularmente difíciles de eliminar, son robustas y algunas son resistentes a la pasteurización, la radiación UV y gamma, la congelación, la desecación y el tratamiento con compuestos químicos. Sin embargo, estos métodos degradan considerablemente la calidad del producto, consumen energía y afectan negativamente al medioambiente.
Una forma efectiva y ecológica de reducir drásticamente la cantidad de bacterias y esporas es el uso de la microfiltración de membrana cerámica, que garantiza una reducción de hasta 6 log. Las bacterias y las esporas se eliminan de la línea del producto, junto con las enzimas bacterianas y las células somáticas.