La seguridad alimentaria global es un gran desafío ya en la actualidad. La ONU estima que 750 millones de personas se ven afectadas por la inseguridad alimentaria grave y que una de cada tres está desnutrida1. Todo esto significa que el mundo no está en camino de cumplir con el segundo objetivo de desarrollo sostenible de la ONU, que exige cero hambre para 2030.
Si esto no fuera suficiente como un desafío, la ONU también solicita “producción y consumo responsables” de alimentos. Algunos podrían considerar que estos objetivos son conflictivos: ¿seguramente las soluciones sostenibles serían más costosas y, por lo tanto, menos disponibles?
Sin embargo, abordadas correctamente, estas dos tareas pueden ser complementarias. Solo al producir alimentos (y equipos y envases que los faciliten) de manera responsable y sostenible, el mundo puede enfrentar los desafíos de suministrar una nutrición suficiente.
1. ONU/DESA (2019). Perspectivas de la población mundial 2019.
2. Esto significa crear cajas que estén completamente hechas de materiales renovables o reciclados, que se obtengan de manera responsable, lo que ayuda a proteger y restaurar el clima, los recursos y la biodiversidad de nuestro planeta; contribuye a la producción y distribución neutras en carbono; son convenientes y seguras; por lo tanto, ayudan a permitir un sistema alimentario resiliente; son totalmente reciclables.